Os presento a Jorge,
alumno de 2º de Primaria, un niño muy expresivo, alegre e inquieto. Con Jorge
me he fijado un reto: conseguir que mejore la caligrafía, ya que tiene mala
letra (con errores en el trazado y poco evolucionada para su edad).
Para que Jorge se involucre en el reto que tiene
por delante y comprenda lo importante que es tener buena caligrafía. Hablo con
él a solas y le explico que su letra no es buena y que tiene que mejorarla, le
comento que al igual que hay que entrenar para mejorar en un deporte, a él le
encanta el fútbol y saber este dato me resulta muy útil, también hay que
practicar la caligrafía si esta tiene que mejorarse como es su caso. Él acepta
el reto y parece que tiene buena predisposición para trabajar y conseguir el
objetivo marcado.
Cualquier habilidad ha de desarrollarse
paulatinamente y la mejor forma para mejorar el trazado es copiando y
repitiendo grafías, palabras y frases. Este trabajo mecánico tiene como
objetivo liberar el trazado y dominar la direccionalidad, además de organizar
adecuadamente el escrito en la pauta, la cuadrícula o la línea recta.
Para trabajar la caligrafía con Jorge voy a
recurrir a la copia de letras, palabras y de frases.
El tipo de material que voy a utilizar sería
similar al siguiente:
Jorge tiene que hacer todos los días, de lunes a viernes una ficha de caligrafía no
muy extensa, en la que el tamaño de la letra y el de la cuadrícula o pauta se
irá ajustando a la evolución del alumno.
Conforme vaya viendo los progresos conseguidos por este, el trabajo a
realizar será menor, reduciéndose conforme se observe una progresión. Por otro
lado siempre se le reforzará el trabajo bien realizado cuando se observe un esfuerzo
por su parte.
Se le evaluará el trabajo realizado diariamente,
corrigiendo las fichas y señalándole cuando sea necesario que letras, palabras
o frases no haya trazado bien para que vea sus errores e intente mejorarlos.
Por otro lado se le felicitará los días que realice las fichas con una buena
letra, valorando aquellas grafías que haya realizado bien.
Michael es un alumno de 4º de Primaria
que no tiene buena letra, su letra en ocasiones es ilegible, poco clara, y
además no muestra mucho interés en las normas de presentación de los cuadernos
(no subraya bien los títulos, no pone la fecha, no respeta los márgenes).
Con Michael que no presenta un problema de
disgrafía, lo que hay que trabajar es la limpieza del escrito y la claridad de
la caligrafía.
Se le pedirá que escriba pequeños textos sobre temas
que de antemano se sepa que le gustan, con la intención de que practique la
caligrafía utilizando el modelo que se le proporcione. Para ello se le
facilitará primero una línea que le servirá de guía y posteriormente se le darán
hojas de cuadrícula.
Y se tendrá especial interés en trabajar la
limpieza y las normas de presentación de
los cuadernos. Señalándole los errores que se observen en este aspecto:
falta de subrayado en los títulos, no respetar los márgenes señalados, mala
numeración de los ejercicios, olvidar poner la fecha, etc.
Al igual que se le corregirán los errores también
se le señalarán los aciertos y los puntos fuertes de su trabajo en los
cuadernos, reforzándole el progreso y el trabajo que realice bien.
Lucía
es una alumna de 6º de Primaria, que está en el último curso de la etapa, en
este ciclo de Primaria los niños van evolucionando hacia el autodescubrimiento
y hacia la necesidad de diferenciarse del resto.
Podemos
aprovechar para acompañarlos en este cambio: mostrarles modelos, motivarlos a
realizar sus propios ejercicios de repetición y valorar sus avances. Nunca
olvidaremos, sin embargo, en esta personalización de la caligrafía, los
principios de legibilidad y claridad.
Para involucrar a Lucía en la mejora de letra le
explicaré lo importante que es la caligrafía, ya que funciona como una carta de
presentación, para ello hablaré con ella y el diré que al igual que se preocupa
por su aspecto físico, debe de cuidar también su caligrafía, ya que la letra de
una persona nos hace catalogar al autor como una persona ordenada, cuidadosa y
responsable y su letra es clara y legible; o todo lo contrario si la letra es
ilegible y confusa.
Se le proporcionarán distintos modelos de letras (handwritten
free fonts), para que ella elija una y la haga suya. En un primer momento se le
darán frases y textos para copiar; pero
conforme vaya mejorando, ella puede diseñar sus propios ejercicios de
repetición y autoevaluarse, para que sea capaz de valorar sus progresos.
Le exigiré
que su letra sea legible tanto en los cuadernos como en los exámenes para poder
ser corregidos, si no cumplen esta condición no serán corregidos y esto
repercutirá en sus calificaciones.
Evaluaré la legibilidad de sus escritos, la
claridad, la limpieza, así como las normas de presentación: respeto de los
márgenes, subrayado de los títulos, señalización de las fechas, numeración de
ejercicios, etc.
Perfecto, María
ResponderEliminar